martes, 28 de abril de 2020

De confinamientos y otros relatos 7


Hay momentos que aparentemente no parecen tener ninguna trascendencia aunque...
Estoy leyendo mientras recibo mi dosis diaria de sol que me calienta por dentro, cuando  inesperadamente un viento intencionado y fresco me llena de realidad. Levanto los ojos y observo la danza de las palmeras mecidas por el empuje del aire, los trinos distintos de muchos pájaros, motores, ladridos y voces ya des-confinadas y alegres. Me quedo ahí en esa contemplación,  cuando un recuerdo me aviva el corazón: yo de niña sintiéndome volar al aviso de otro viento, o tal vez el mismo, soplando con fuerza sobre mi rostro y desde una calle de noche sin luna,  creo sentir el palpitar de las estrellas, mas allá de los edificios llenos el frío y pena, Más allá de aquel mundo chato y penitente. Siento algo cálido en el corazón que me lleva lejos...
Salvé aquel momento del olvido que hoy ha sido revivido desde mi otro mundo, el que ahora me acoge  al ritmo de estos aires que aquí y ahora mueve palmeras.
Sé que el viento es el correo del tiempo, lleva y trae momentos significativos para una vida, momentos aparentemente sin trascendencia que se inscriben en la memoria de los tiempos para completar y entender el Gran Mandala de una vida.

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