El collage que ilustra este post fue el resultado de una improvisación que surgió en un curso de Leibterapia y que respondía a la propuesta de plasmar cierta idea de nuestra identidad profunda. Ojeé el material gráfico y sin pensar empecé a construir con trozos recortados a mano la composición que veis. Cuando la creí terminada me llegaron las notas de Bob Dylan cantando Knockin' on Heaven's Door y fusilando el título escribí en un pos-tit -Toc, toc, llamando a las puertas del cielo-.
La creación sea cual sea su vehículo expresa algo interior que debes interpretar y agradecer como un regalo y una revelación. Así que allí estaba esa viejecita atenta, presente, calmada, rodeada de vacío, mar y cielo. Ahí estoy yo en esa permanente insistencia de percibir aquello que aún no se ver.
Este collage cuelga de la pared del espacio donde dedico un tiempo diario a llamar a las puertas del cielo y he percibido que a veces en mi interior se entreabren y respiro su luz
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